viernes, 17 de enero de 2014

Nuevo Uniforme .CARTA AL COMITÉ DE DIRECCIÓN Y A LA PRESIDENCIA DE LA F.E.C.

Tal y como se acordó en la Junta de Socios celebrada en diciembre y después de la recogida de firmas surgida espontáneamente entre las familias, adjuntamos la carta enviada el 13 de enero al Comité de Dirección de la FEC y a la Presidencia del Patronato en Madrid justificando la negativa de la AMPA al cambio de uniforme y chándal y exigiendo una respuesta al respecto.

A la atención del  
Patronato de la Fundación Educación Católica
Presidente Don Juan de Isasa
y del Comité de Dirección de la Fundación Educación Católica
Secretaría Ejecutiva  Dña. Teresa Romo Tejedor

Oviedo, 13 de enero de 2014

            Estimado Don Juan de Isasa y estimada Dña. Teresa Romo la siguiente carta tiene como objeto informarles del malestar de un número considerable de familias del Colegio Santo Ángel de la Guarda de Oviedo y de una petición manifiesta de las mismas.

El pasado 27 de noviembre de 2013 la Dirección de este centro ejercida por Don Daniel Turiel envió una circular por medio de la plataforma Educamos[1] por la cual informaba de la intención de la F.E.C. de implantar en todos los centros de la Fundación un nuevo uniforme escolar a partir del próximo curso. En dicha circular se justificaba la medida sobre tres premisas: mejor control del stock, unificación de la imagen corporativa y una mejoría en la relación calidad-precio.

En base a estos antecedentes le queremos trasladar una serie de inquietudes al respecto, inquietudes que previamente se pusieron de manifiesto en la última Junta de Socios de nuestra Asociación, en largas conversaciones en las entradas y salidas del centro y a través de mails. A estas inquietudes se debe añadir la información recopilada por la Junta Directiva de la AMPA obtenida a través de contactos con las diferentes AMPAS de los centros que forman la F.E.C. y  la ofrecida directamente por la Dirección.

            La primera de esas inquietudes hace referencia a un formalismo legal porque en nuestro colegio el uniforme aparece especificado en el Reglamento de Régimen Interior tanto lo que se refiere al color y como al tipo de prendas. Así no entendemos como se puede tomar unilateralmente una medida de tal trascendencia y dando por aprobada su implantación sin convocar previamente al Consejo Escolar y solicitar una modificación de dicho Reglamento en el punto que hace referencia al uniforme. Comprendemos que dada la distribución de los miembros de este órgano dicha modificación podría considerarse un hecho consumado en caso de votación, no obstante, resulta inelegante e irrespetuoso obviar la opinión del máximo órgano de un centro educativo, más si cabe cuando la F.E.C. promulga en su ideario la autonomía de los centros y el espíritu democrático.

            La implantación de un nuevo uniforme y chándal desde la justificación  de una unificación de la imagen corporativa de la F.E.C. supone para las familias unas implicaciones económicas que algunas tendrán problemas en asumir dada la situación socioeconómica actual, y no se equivoque el Comité de Dirección que el  esfuerzo dentro del ámbito familiar se hará, independientemente del tiempo que se dé para la convivencia de ambas prendas ya que, todos queremos que nuestro hijos no sean motivo de comentario o discriminación alguna y a los hechos nos remitimos. Hace aproximadamente cuatro cursos escolares se produjo un cambio en el uniforme y en aquel momento el periodo de transición permitido fue de dos años, sin embargo en apenas dos trimestres prácticamente ya no quedaba ningún alumno o alumna que no tuviera ya las nuevas prendas.

Esta AMPA consultó con otras asociaciones de los 22 centros de la F.E.C. su situación en cuanto al uniforme y chándal y cuál fue nuestra sorpresa al encontrarnos con que hay centros educativos de la Fundación que no tienen uniforme e incluso que no tienen ni chándal, pero fue mayor nuestro desconcierto al comprobar que casi ninguna de las asociaciones contactadas a primeros del mes de diciembre sabían nada de la medida y las que tenían cierta información la habían recibido informalmente como una posibilidad y no como algo que ya no tenía vuelta atrás. No sabemos a estas alturas si el Colegio Santo Ángel de la Guarda de Oviedo debe congratularse por ser pionero en la ejecución de las agudezas de la F.E.C. o por el contrario debe inquietarse ante la sensación de laboratorio de ideas que en ocasiones nos queda. Lo que está claro es que la unificación no afecta por igual desde la raíz y llegados a este punto queremos compartir con ustedes una obviedad que tal vez desconozcan y que en la Junta de Socios se expuso “no todos los centros de la F.E.C. son iguales, ni en cuanto a población escolar, ni en cuanto a ingresos y posibilidades familiares, ni en cuanto a ideario y a la vista está ni en cuanto a recursos, sin embargo, si hay cierta perseverancia por considerar lo contrario”. Ante esta actitud, muchas familias asistentes a dicha reunión abogaban por dejar de responder a la “aportación voluntaria”, no obstante, la prudencia superó a la irritación en este aspecto pues la Dirección aseguró verbalmente a la Presidencia de esta Asociación que los beneficios obtenidos por esta operación repercutirían al 100% en el centro, lo cual sí permitiría una unificación corporativa en todos los aspectos y las familias podrían empezar a comprender la medida. No obstante,  sería de agradecer que detrás de esa promesa verbal viniera una por escrito del Comité de Dirección y por supuesto una explicación personal a todas las familias del Colegio Santo Ángel de la Guarda de Oviedo dada por alguien a quien podamos acudir en todo momento.

Otra de las inquietudes que mencionábamos al comienzo de esta carta influye directamente a esta Asociación, al alumnado e indirectamente al centro. No obstante, vaya por delante nuestro compromiso a seguir colaborando en la medida de nuestras posibilidades.

Hace ya muchos años que se delegó en la AMPA de nuestro centro, por parte de la anterior titularidad, la venta del chándal, con el argumento que de este modo los posibles beneficios repercutirían en los socios, así el rendimiento de nuestro trabajo derivado de la venta del chándal por el que la Junta no percibe remuneración alguna ha llevado a aportar al centro miles de euros anuales en diferentes conceptos y por supuesto nos ha permitido realizar decenas de actividades. Fruto de la experiencia y de los errores pasados la estrategia de compra-venta nos hacía realizar uno o dos pedidos grandes al año, uno de ellos siempre en septiembre, pedidos que nos permitían disponer de stock suficiente a un precio razonable y este año así se hizo nuevamente pero el anuncio del cambio de uniforme y chándal nos ha llevado a la situación de encontrarnos con un stock de ropa deportiva cuyo valor se acerca a los 8.000€ y suponemos que entienden que después de la noticia nadie se aventure a comprar algo que el curso que viene tendrá carácter de obsoleto, hallándonos ante un problema que en ningún momento la Dirección del centro o la F.E.C. tuvo en cuenta y eso que realizábamos una labor que no entraba dentro de nuestras funciones pero de la que salíamos beneficiadas ambas partes (colegio y familias). De todos modos, aunque las consecuencias de intendencia tengan ahora difícil solución (stock de difícil salida y pérdidas por no ingresos), lo que más nos perjudica es que a partir de este momento todas aquellas actividades que se organizaban desde esta Asociación en parte subvencionadas por la venta del chándal para pagar, entre otras cosas, el alquiler de instalaciones a nuestro propio colegio, quedarán reducidas en función de nuestras posibilidades financieras futuras y por supuesto las colaboraciones económicas con el centro quedarán supeditadas a dichas posibilidades. La empatía en la toma de decisiones forma parte esencial del liderazgo organizativo como bien debieran saber pero nuevamente, esta Asociación y las familias del Colegio Santo Ángel de la Guarda no la han experimentado.

Comprenderá este Comité de Dirección y la persona que ejerce la Secretaría Ejecutiva que no compartimos el motivo aglutinador de esta medida teniendo en cuenta que la F.E.C.  se hace distinguir públicamente por conservar el ideario y espíritu de los centros educativos sobre los que asume su gestión y usufructo. No nos apartamos de una unificación en cuestiones burocráticas, de organización académica o de logotipo, sin embargo, cuando esos cambios influyen negativamente en las familias con un motivo tan trivial, es difícil no posicionarse en contra. Nunca antes nos había preocupado como iba uniformado el alumnado del Santa Joaquina de Vedruna de Madrid o de Murcia, o del San José de Lugo, o de La Concepción de Zaragoza y así un largo etcétera, porque nunca antes hubo por parte de la Fundación interés en unificarnos salvo para cuestiones académicas. Ahora que parece aflorar el sentimiento corporativista (no se olviden que su principal labor es y debe ser educativa, no empresarial) nos hemos encontrado que una de las primeras medidas esconde un afán recaudador, porque a nadie coge de sorpresa comprobar que la F.E.C. tiene actualmente alrededor de 16.000 alumnos y eso implica el mismo número de uniformes y de chándales, es decir, un “jugoso bocado” para cualquier empresa del sector. Sobre esta idea la mayoría de las familias acepta la medida siempre y cuando los beneficios vayan a suponer una mejora para los centros o el alumnado y nada mejor que un ejemplo para ilustrar. Nuestro colegio está en una comunidad con uno de los mayores porcentajes de días con lluvia al año, sin embargo, en todos los años que la F.E.C. ha ejercido la titularidad jamás ha planteado seriamente el cubrir alguno de los patios, algo que no dudamos por lo que las familias colaborarían. ¿Cuál creen que puede ser un objetivo más prioritario para las familias, tener el mismo uniforme que otros centros de la Fundación o la necesidad plasmada en el ejemplo? Juzguen ustedes mismos.

Por último, recordar que la comunidad educativa es un conjunto de personas que viven unidas bajo ciertas constituciones y reglas vinculadas a unos intereses comunes y que no son privativos de ninguno, así nos llama la atención que en ningún momento se nos ha consultado la medida ni a nivel general con todos los centros que forman la F.E.C. ni a nivel individual con cada uno de esos colegios para conocer las repercusiones de un proyecto bajo nuestro punto de visa tan inadecuado en el tiempo como en las formas. 

Por todo lo anteriormente expuesto, esta Asociación de Madres y Padres en nombre de sus socios y socias y en nombre también de las familias que han firmado un manifiesto contrario a la medida y surgido  espontáneamente solicitamos a la Fundación Educación Católica la reconsideración de la medida lo antes posible y una explicación personal a todas las familias de nuestro colegio.


Esperando su pronta respuesta, atentamente



Dña. Esperanza de la Torre



Presidenta de la Asociación de Madres y Padres
Colegio Santo Ángel de la Guarda – Fundación Educación Católica


[1] Debe puntualizarse que las familias que no disponen de dicha plataforma no han sido formalmente informadas y que la información de la que disponen al respecto la han recibido a través de esta AMPA y por otras familias.